El club de lectura de Service95, el podcast literario de Dua Lipa, tuvo una presentación especial en la Ciudad de México, pero sin la presencia de la cantante. La actividad, organizada en colaboración con La Americana (librería bar) mostró que la ausencia de su creadora no impedía que el espíritu del proyecto se sintiera vivo: la mezcla entre lectura, conversación y exploración sensorial fue todo en la noche de este jueves, previo al último show de la británica en el Estadio GNP Seguros.
El espacio, cálido y organizado, con luces tenues, se lleno de lectores jóvenes, curiosos y seguidores habituales del club. Las mesas recibían a cada invitado con un pequeño menú que funcionaba como un mapa: cuatro libros, cuatro mundos, cuatro bebidas diseñadas para prolongar la experiencia más allá de las páginas.
Para el título de Dalia de la Cerda, Perras del Depósitola elección fue una jamaiquita con mezcal, un trago rojizo de aroma fuerte, ácido y directo. La mezcla intentaba capturar ese universo de mujeres que resisten desde la crudeza cotidiana, desde la rabia y la lucidez. Con cada sorbo, el público encontró algo del filo del libro, algo del golpe seco de sus historias.
Más suave, pero igual de intrigante, Biografía de Xde Catherine Lacey, conocida en español como Biografía de Xse acompañó de La Rose, un cóctel de vodka St. Germain, alto, pera y pimienta rosa. La bebida, con su perfume tenue y dulzor, también buscó evocar la intriga de una biografía imposible, de un artista que nunca se termina de comprender. Era un trago que parecía cambiar un poco con cada sorbo, igual que la novela cambia según quién la cuenta.
La noche tomó un tono más sobrio con Incluir yo fuerade María Sonia Cristoff, publicado en español como Sáquenme de aquíacompañado de un negroni clásico, sin giros. La decisión, aparentemente simple, provocó comentarios: un trago puro, exacto, que resuena con la protagonista que decide retirarse del ruido y el exceso, cuestionando órdenes, rutinas y el peso de la vida pública.
Luego llegó la explosión latina y caótica de Los detectives salvajesde Roberto Bolaño, Los Detectives Salvajes en español —y en su título original—, maridado con una mezcalita de mango y maracuyá con polvo de chile. El trago, colorido y vibrante, era un guiño a esa novela que cruza países, décadas y geografías emocionales con la misma energía que una conversación desordenada entre poetas veinteañeros. Un trago que no se puede beber sin sentir cómo algo se enciende.
Entre ida y vuelta de bebidas, el público conversaba, discutía, recomendaba y señalaba fragmentos. El ambiente era íntimo incluso quienes llegaban sin haber leído los libros terminaban atrapados por la dinámica. Las mesas se llenaron de platos compartidos —pan de yuca, chips, aceitunas, tostadas con adobo y aguacate— que acompañaban la lectura.
LOS LIBROS DE DUA:
Perras del depósito – Dalia de la Cerda
Retratos crudos y directos de mujeres que sobreviven violencias, desigualdades y rabias en un México hostil.
Biografía de X -Catherine Lacey
Una biografía falsa que explora la vida de un artista misterioso y radical, mezclando identidad, memoria y ficción política.
Incluirme fuera – María Sonia Cristoff
Una mujer decide desaparecer de la vida pública y cuestiona las rutinas, órdenes y controles del mundo moderno.
Los detectives salvajes –Roberto Bolaño
Dos jóvenes poetas emprenden una búsqueda desesperada y caótica que recorre países, décadas y mitologías literarias.
cva
